sábado, 12 de noviembre de 2016

Fíjate qué historia: un hombre libre


En Poema Pedagógico, Antón Semiónovich Makárenko (1888-1939) relata en primer plano su experiencia en lo cotidiano como director de la colonia Gorki, un centro-comuna fundado para que allí jóvenes delincuentes encuentren caminos de desarrollo distintos a los ya trazados hacia un infierno seguro. Y lo hace con una narración humilde, interesante, viva... Aún no he acabado su lectura porque la estoy disfrutando, página a página.

Pero quería compartir aquí este pasaje, no se me ocurre una mejor forma de narrar lo que es una persona libre desde la perspectiva del desempoderamiento, un pasaje que no solo está bien narrado sino que además ¡¡¡no es ficción!!! Se habla mucho de utopía cuando en realidad hay mucha gente que es libre incluso en situaciones adversas, gente que no deja conducirse por el Poder y que comprende la vida desde las formas de relación. Lo que me resulta más emocionante aún es cómo me recuerda esta persona que llegó a la Colonia Gorki sobre 1925 a Javier Encina, otro calendario, otro lugar... fíjate qué historia... será que las formas de relación humanas no dependen de territorios ni horarios, sino de tiempos y espacios...

Es una libertad desde la construcción colectiva, los cuidados, el decrecimiento, la alegría, la esperanza, la autonomía e interdependencia y la confianza...

I. LA JARRA DE LECHE 


[...]

Todos en la comuna estimaban a Silanti. También Olia Vóronova le trataba con mucha simpatía. Y ahora se aproxima cariñosamente hacia Silanti, y él vuelve hacia ella, como hacia el sol, su rostro ancho, iluminado por una sonrisa.

-¿Qué dices, guapa?

-Tú, Silanti, lo ves todo a la antigua. A la antigua. Pero alrededor de ti todo es nuevo.

Silanti Semiónivich Otchenash llegó a la colonia no se sabía de dónde. Simplemente del espacio mundial, libre de cosas y de trabas. Trajo consigo una camisa de lienzo sobre los hombros, unos viejos pantalones agujereados en torno a las piernas descalzas y nada más. Y ni siquiera un palo en las manos. En este hombre libre había algo peculiar, que encantó a todos los colonos y que los obligó a hacerle entrar con gran entusiasmo en mi despacho.

-¡Antón Semiónovich, vea usted qué hombre ha venido!

Silanti me miró con interés sin dejar de sonreír a los pequeños, como un viejo conocido.

-¿Este, según se dice, es vuestro jefe?

A mí también me agradó en el acto.

-¿Tiene usted algo que tratar con nosotros?

Silanti ordenó no sé qué en su fisionomía, y el rostro adquirió repentinamente un aire serio, que inspiraba confianza.

-Pues fíjate qué historia. Yo soy un hombre trabajador y tú tienes trabajo: no hay más que hablar...

-¿Y usted qué sabe hacer?

-Pues, según se dice: si aquí no hay capital, el hombre puede hacerlo todo.

Se echó a reír súbitamente con una risa franca y alegre. Los muchachos se rieron igualmente contemplándole y yo también me eché a reír. A los ojos de todos estaba claro que había motivos fundados para reírse.

-¿Y usted sabe hacer de todo?

-Pues se puede considerar que todo... Fíjate qué historia -manifestó, algo confuso ya, Silanti.

-Pero ¿qué precisamente...?

Silanti comenzó a enumerar, doblando los dedos:

-Labrar, y rastrillar, y cuidar de los caballos y de toda clase de animales, según se dice, hacer las cosas domésticas: como carpintero, como herrero, como fumista. También soy albañil y puedo trabajar de zapatero. Y, según se dice, sabré construir, si es preciso, una jata y degollar un cerdo. Solamente no sé bautizar niños; nunca he tenido ocasión.

Otra vez se echó a reír estruendosamente, limpiándose las lágrimas: tanta risa le daban sus palabras.

-¿No ha tenido usted ocasión? ¿De veras?

-Para eso no me han llamado ninguna vez, fíjate qué historia.

Los muchachos se reían francamente a carcajadas, y Toska Soloviov chilló, alzándose de puntillas hacia Silanti:

-¿Por qué no le han llamado nunca, por qué?

Silanti dejó de reír y, como un buen maestro, comenzó a explicar a Toska:

-Pues, amigo, fíjate qué historia: cada vez que hay que bautizar a alguien creo que van a llamarme. Pero después aparece uno más rico que yo, y no hay más que hablar.

-¿Tiene usted documentos? -pregunté a Silanti.

-Tenía un documento; lo tenía hace poco aún. Fíjate qué historia: no tengo bolsillos y el papel se me ha perdido, ¿comprendes? Pero ¿para qué necesitas un documento si me tienes a mí de cuerpo entero? Fíjate, ¡vivito ante ti!

-¿Dónde ha trabajado usted antes?

-¿Cómo dónde? Entre la gente, ya lo ves; he trabajado entre la gente. Entre diversa gente: buena y mala, fíjate qué historia. Estoy diciendo las cosas como son: ¿para qué ocultarlas? Entre diversa gente.

-Dígame la verdad: ¿ha robado usted?

-A eso te contestaré claramente: no me he visto obligado. Aquello que no he hecho, de verdad lo digo: no lo he hecho. Fíjate qué historia.

Silanti me miraba turbado. Creo que le parecía que otra respuesta me hubiera sido más agradable.

Se quedó a trabajar con nosotros. Intentamos mandarle como ayudante a Shere para la ganadería, pero aquí no obtuvimos nada. Silanti no reconocía la menor limitación en la actividad humana: ¿por qué el hombre podría hacer una cosa y otra no? Esta es la razón de que hiciese en la colonia todo lo que consideraba necesario y cuando lo consideraba. Contemplaba sonriendo a todos los jefes, y sus órdenes le entraban por un oído y le salían por el otro, lo mismo que un discurso en un idioma extranjero. En el transcurso de una jornada se las arreglaba para trabajar en la cuadra, en el campo, en la porqueriza, en el patio y en la fragua, y asistir a las reuniones el consejo pedagógico y del Soviet de jefes. Poseía un talento extraordinario: determinar por medio del olfato el sitio más peligroso de la colonia y aparecer inmediatamente en él como persona responsable. Negando la institución de la obediencia, estaba siempre dispuesto a responder de su trabajo y en cualquier momento se le podía reprender y atacar por sus errores y sus reveses. En tales casos se rascaba la calva y movía, desalentando los brazos:

-Efectivamente, aquí, según se dice, nos hemos armado un lío, fíjate qué historia.

POEMA PEDAGÓGICO, SEGUNDA PARTE. Páginas 250 a 252.

Para descargarte el Poema Pedagógico en pdf:
https://frentepopular.files.wordpress.com/2009/11/poemapedagogico.pdf
Para leerlo en la web:
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/pedagogia/makarenko/indice.html

domingo, 8 de mayo de 2016

Al diablo con las buenas intenciones - Ivan ILLICH

Quiero traer aquí este discurso de Ivan ILLICH frente al CIASP (Conference on InterAmerican Student Projects) en Cuernavaca, Morelos (México) el 20 de abril de 1968.

Puede descargarse en pdf en esta página, donde están accesibles otras obras suyas: http://www.ivanillich.org.mx/libros.htm

Ivan Illich es una de esas personas que ha sido despreciada por la Academia y condenada, no a la invisibilidad (eso tal vez puede venir hasta bien en algunos casos), sino que es despreciada sistemáticamente e insultada con valoraciones más que parciales de fragmentos descontextualizados de su obra. Su obra más conocida es "La Sociedad Desescolarizada", obra de la que el propio Illich escribió lo siguiente (algo que no suele mencionarse cuando se critica esta obra):

"Para esclarecer mi alegato en favor de esta investigación nueva, explicaré los pasos que me condujeron a mi postura actual. A esos efectos, comenzaré por criticar mi propio libro Deschooling society (Desescolarizar la sociedad) (1973), por la ingenuidad de sus enfoques. Mi aventura se inició hace dieciséis años, en momentos en que estaba por aparecer ese libro. Durante los nueve meses en que el manuscrito estuvo en la editorial, me fui sintiendo cada vez más disconforme con su texto, el cual, dicho sea de paso, no propugnaba la eliminación de las escuelas. Este malentendido se lo debo a Cass Canfield, el propietario de Harper, quien le puso el título a mi libro y al hacerlo tergiversó mis ideas. El libro aboga, en cambio, por la eliminación del carácter oficial de las escuelas en el sentido en que se eliminó el carácter oficial de la iglesia en Estados Unidos. Pero lo que yo proponía era la "eliminación del carácter oficial de las escuelas" por el bien de la educación, y en eso, según advertí, radicaba mi error. Me di cuenta entonces de que mucho más importante que eliminar el carácter oficial de las escuelas era invertir aquellas tendencias que hacen de la educación una necesidad apremiante antes que una oferta de esparcimiento gratuito. Había comenzado a temer que la eliminación del carácter oficial de la iglesia educativa condujera a un fanático resurgimiento de muchas formas de educación degradadas. Norman Cousins publicó mi retractación en el Saturday Review en la misma semana en que apareció mi libro. Allí, yo planteaba que la alternativa a la escolaridad no es algún otro tipo de organismo educativo ni algún plan para introducir oportunidades educacionales en todos los aspectos de la vida, sino una sociedad que promueva una actitud diferente hacia las herramientas" (extraído de Un alegato en favor de la investigación de la cultura escrita lega, publicado en el libro de David R. Olson y Nancy Torrance (comp.) (1998). Cultura escrita y oralidad, y reeditado por nosotr@s para el cuadernillo Desempoderamiento, Juego y Oralidad, en 2015).

A finales de 2015 conocí la casita donde vivió Ivan Illich en la subida pedregosa de Ocotepec, una comunidad oficialmente dentro de la ciudad de Cuernavaca, pero que tiene sus propias normas comunitarias, autogestionadas colectivamente por l@s comuner@s.

Casa de Ivan ILLICH en Ocotepec (Cuernavaca, Morelos, México)


Ayer estuve leyendo su discurso "Al diablo con las buenas intenciones", algo que aún no había leído y me impactó en muchos sentidos. De alguna manera estaba defendiendo el desempoderamiento científico y comunitario, aunque no le diera ese nombre, y lo estaba haciendo con la importancia que merece cuando se vive en un lugar en el que la vida y la muerte están entrelazadas, donde las multinacionales y los grandes narcos tienen a sus sicarios para poner tremendamente difícil vivir en armonía con el entorno social y natural. Desde los despachos universitarios no se siente el mal generado por muchas de nuestras propuestas, teorizaciones y evaluaciones, nuestros proyectos de investigación y de cooperación al desarrollo.

Mientras iba leyendo el discurso, me puse a imaginar... ¿cómo sacó Ivan el coraje de decir todo esto de seguido, sabiendo que se estaba enfrentando a la audiencia? ¿Cómo sonaría su voz? ¿Qué cara iría poniendo la gente que lo estaba escuchando? ¿Habría habido aplausos al final? ¿Alguien preguntaría algo cuando terminó la exposición?... Desgraciadamente, no estamos habituad@s en nuestros congresos a escuchar discrepancias, nada más que matices, un quitadeaquí, un ponmásdeestoporacá... Por eso, este discurso me ha conmovido en el fondo y en la forma, en el contexto donde lo dio y por su actualidad, aunque él lo leyese en 1968. Y es que Ivan Illich fue un visionario en tantos aspectos de la vida que impresiona.

Al diablo con las buenas intenciones

Discurso de Ivan ILLICH frente al CIASP (Conference on InterAmerican Student Projects) en Cuernavaca, Morelos (México) el 20 de abril de 1968.

En las conversaciones sostenidas hoy, me impresionaron dos cosas que quiero comentarles antes de presentarles mi discurso preparado: Me impresionó que reconocieran que la motivación de los voluntarios estadounidenses en otros países proviene en su mayor parte de sentimientos y conceptos muy alienados. De igual manera, me impresionó por lo que llamo un paso hacia adelante entre los que quieren ser voluntarios como ustedes: están abiertos a la idea de que lo único por lo que se puede ser voluntario en America Latina es la falta de poder voluntaria, presencia voluntaria como receptores y como tales esperamos que estén amados o adoptados, sin ninguna posibilidad de regresar el regalo.

Me impresionó también la hipocresía de la mayoría de ustedes: la hipocresía de la atmósfera que domina aquí. Lo digo como un hermano que habla con sus hermanos y hermanas. Lo digo contra mucha resistencia dentro de mí mismo, pero se debe decir. Su conocimiento, su estar abierto a las evaluaciones de los programas del pasado, los convierte en hipócritas dado que (la mayoría de) ustedes ha decidido pasar el próximo verano en México y, por ello, no están dispuestos a explorar lo suficiente respecto a la reevaluación de su programa. Cierran los ojos porque quieren seguir adelante y no lo podrían hacer si se fijaran en algunos detalles. Es posible que esta hipocresía es inconsciente en la mayoría de ustedes. Intelectualmente están listos para reconocer que las motivaciones que pueden haber legitimado las acciones de voluntarios fuera de los Estados Unidos en el 63, no pueden ser invocados para la misma acción en el 68. El comienzo de la década, para los estudiantes estadounidenses bien situados las 'vacaciones con missión' entre mexicanos pobres era 'la' cosa que había que hacer: la preocupación sentimental por la recién descubierta pobreza al sur de la frontera, combinada con una ceguera total frente a la pobreza mucho peor en casa justificaban tales excursiones benevolentes. El conocimiento intelectual de las dificultades de una acción voluntaria fructífera no había desilusionado al espíritu de los Cuerpos de Paz Voluntarios al estilo papal o con estilo propio. Hoy en día, la existencia de las organizaciones como la vuestra es una ofensa para México.

Quería hacer esta declaración para explicar por qué me siento mal acerca de ello y para despertar su consciencia acerca de que las buenas intenciones no tienen mucho que ver con lo que estamos discutiendo aquí. Al infierno con las buenas intenciones. Esta es una declaración teológica. Con sus buenas intenciones no ayudarán a nadie. Hay un dicho irlandés que reza que el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.

La frustración que la participación en los programas CIASP puede significar para ustedes podría llevarlos a nuevos conocimientos: que los mismos estadounidenses pueden recibir el regalo de la hospitalidad sin la menor capacidad de pagar por ella, o el conocimiento que para algunos regalos ni siquiera se puede decir "gracias".

Ahora paso a mi disurso preparado.

Señoras y Señores, durante los últimos seis años me he hecho famoso por mi creciente oposición a la presencia de algún y todos de los 'buenhechores' estadounidenses en Latino América. Estoy seguro que saben de mis esfuerzos actuales para obtener la retirada voluntaria de todos los ejércitos de voluntarios estadounidenses de Latino América - misionarios, miembros de los Cuerpos de Paz y grupos como el de ustedes, una 'división' organizada para la invasión benevolente de México. Ustedes estaban conscientes de estas cosas cuando me invitaron entre todos los asistentes a ser el orador prinicipal de su convención anual. Esto es asombroso: Solo me queda concluir que su invitación significa una de al menos tres cosas: Algunos de entre ustedes pudieran haber llegado a la conclusión de que la CIASP debería o disolverse o bien sacar la promoción de ayuda para los mexicanos pobres de sus propósitos institucionales. Por ello me podrían haber invitado para ayudar a otros a llegar a la misma decisión. También me podrían haber invitado para aprender cómo tratar con las personas que piensan de la misma manera que yo - cómo discutir exitosamente con ellos. Ahora es cosa común que se invite a los portavoces del movimiento Black Power para que se dirijan a los Clubes de Leones. Siempre es necesario incluir a una 'paloma' en la discusión pública organizada para aumentar la beligerancia de los E.U.

Finalmente, me podrían haber invitado, esperando que serían capaces de estar de acuerdo con la mayor parte de lo que digo y luego seguir adelante con la buena fe y trabajar durante este verano en los pueblos mexicanos. Esta última posibilidad está abierta solamente para aquellos que no escuchan o que no pueden entenderme. No vine aquí para pelear. Estoy aquí para decirles y, en lo posible, convencerlos y espero detenerlos de imponerse pretenciosamente sobre los mexicanos. Tengo una profunda fe en la enorme buena voluntad del voluntario estadounidense. Sin embargo, su buena fe se puede explicar usualmente solo mediante una falta abismal de delicadeza intuitiva. Por definición no pueden ayudar siendo, en última instancia, vendedores del "American Way of Life" de la clase media que están de vacaciones, ya que ésta es la única vida que conocen realmente. Un grupo como éste no pudo haberse desarrollado a menos de que un sentimiento común lo hubiera apoyado: la convicción de que cualquier verdadero americano debe compartir los regalos de Dios con sus compañeros más pobres. La idea de que cada uno de los americanos tiene algo que dar y que siempre tiene permiso, puede y debería darlo, explica cómo se les ocurrió a los estudiantes que pudieran ayudar a 'desarrollarse' a los campesinos mexicanos, pasando unos cuantos meses en sus poblados. Naturalmente, esta convicción sorprendente fue apoyada por los miembros de una orden misionaria que no tendrían razón de ser a menos de que tuvieran la misma convicción - con excepción de una mucho más fuerte. Ha llegado el momento de curar a ustedes de este mal.

Ustedes y los valores que representan son el producto de una sociedad americana de hacedores y consumidores, con su sistema de dos partidos, su sistema escolar universal y su flujo de carros de familia. Son últimada-conscientemente o inconscientemente 'vendedores' para un balet despistador de ideas de democracia, igualdad de oportunidades y la empresa libre entre personas que no tienen la posibilidad de beneficiarse de ellas.

Después del dinero y las armas, el idealista estadounidense es el tercer bien de exportación más grande de los Estados Unidos. Éste aparece en cualquier teatro del mundo: el maestro, el voluntario, el misionario, el organizador de la comunidad, el desarrollador económico y los vacacionistas buenhechores. Idealmente, estas personas definen su rol como el de servicio. En realidad terminan frecuentemente aliviando el daño causado por el dinero y las armas o 'seduciendo' a los 'subdesarrollados' con los beneficios del mundo de prosperidad y logros. Tal vez para las personas estadounidenses ha llegado el momento de llevar a casa el conocimiento que el tipo de vida que han elegido no está lo suficientemente vivo como para ser compartido.

Ahora debería ser evidente para todos los americanos que los Estados Unidos están metidos en una tremenda lucha por sobrevivir. Los Estados Unidos no pueden sobrevivir si el resto del mundo no está convencido de que aquí tenemos el cielo en la tierra. La sobrevivencia de los Estados Unidos depende de que todos los así llamados 'hombres libres' acepten que la clase media estadounidense 'la hizo'. El tipo de vida de los estadounidenses se ha convertido en una religión que debe ser aceptada por todos aquellos que no quieren morir por la espada - o por el napalm. En todo el mundo, los Estados Unidos lucha para proteger y desarrollar por lo menos una minoría que consume lo que la mayoría estadounidense puede pagar. Este es el propósito de la Alianza para el Progreso de la clase media que los Estados Unidos firmaron con América Latina hace algunos años. Sin embargo, esta alianza comercial a menudo debe ser protegida con armas que permite a la minoría que logra 'hacerla' proteger sus adquisiciones y logros. No obstante, las armas no son suficiente como para permitir que la minoría gobierne. Las masas marginadas se vuelven agrestes a menos de que se les proporcione un credo o una creencia que explique el estatus quo. Esta tarea le es asignada al voluntario estadounidense - sea éste un miembro de la CIASP o un trabajador del así llamado 'Programa de Pacificación' en Vietnam (u otras partes del mundo). Los Estados Unidos está involucrado actualmente en una lucha de tres frentes para afirmar sus ideales de una democracia orientada hacia la adquisición y el logro. Digo 'tres' frentes dado que tres grandes áreas del mundo están desafiando la validez de un sistema político y social que hace aún más ricos a los ricos y que margina paulatinamente a los pobres. En Asia, los Estados Unidos están amenazados por un poder establecido: China. Los Estados Unidos se oponen a China con tres armas: Las diminutas élites asiáticas que no podrían tener mejor suerte que una alianza con los Estados Unidos; una inmensa máquina de guerra para detener a los chinos de 'tomar el poder', como se dice comúnmente en este país y; la reeducación forzada de las así llamadas personas 'pacificadas'. Aparentemente, los tres esfuerzos están fallando. En Chicago los fondos para combatir la pobreza, las fuerzas policiacas y los predicadores parecen de no avanzar con sus esfuerzos, constatando la falta de voluntad de la comunidad negra de esperar la integración graciosa al sistema. Finalmente, en América Latina la Alianza para el Progreso ha tenido bastante éxito con respecto al aumento de personas a quienes no podría irles mejor - las diminutas élites de las clases medias - y ha creado condiciones ideales para las dictaduras militares. Anteriormente, los dictadores estaban al servicio de los dueños de las plantaciones, ahora protegen a los nuevos complejos industriales.

Y finalmente, ustedes vienen a ayudar al vencido a aceptar su destino dentro de este proceso!

Todo lo que harán en un poblado mexicano será crear el desorden. En el mejor de los casos, pueden intentar convencer a las chicas mexicanas de que deberían casarse con un joven exitoso, rico, con un cosumidor que padece una falta tan grave de respeto por la tradición como cualquiera de ustedes. En el peor de los casos, con su espíritu de 'desarrollo de la comunidad' crearán los suficientes problemas para que alguien sea matado a tiros de pistola después de que terminen sus vacaciones y de que se apresuren a regresar a sus barrios de clase media donde sus amigos hacen bromas sobre los 'espaldas mojadas'.

Comienzan su tarea sin ningún entrenamiento. Hasta el Cuerpo de Paz gasta alrededor de $10,000 por cada miembro del Cuerpo para ayudarle a adaptarse a su nuevo ambiente y para protegerlo del choque cultural. Qué raro que nadie nunca pensó en gastar dinero para educar a los mexicanos pobres para protegerlos del choque cultural de conocerlos a ustedes. De hecho, ni siquiera pueden encontrarse con la mayoría a la que pretenden servir en América Latina - aún si hablaran su idioma, lo que la mayoría de ustedes no es capaz de hacer. Pueden dialogar solamente con aquellos que se parecen a ustedes - imitaciones latinoamericanas de la clase media norteamericana. Para ustedes no hay manera de encontrarse realmente con los subprivilegiados, dado que no existe una base común para que ustedes se encuentren. Permítanme explicar esta declaración y explicar también por qué la mayoría de los latinoamericanos con quienes ustedes podrían establecer una comunicación, estarían en desacuerdo conmigo. Supongan que este verano irían a un gueto estadounidense donde intentarían a ayudar a los pobres de ahí a 'ayudarse ellos mismos'. Pronto les escupirían o se reirían de ustedes. Las personas ofendidas por sus pretensiones los golpearían o les escupirían. Las personas que entienden que la mala consciencia de ustedes los avientan a este gesto estarían riéndose condescendentemente. Pronto se les aclarará su irrelevancia entre los pobres, su estatus de estudiantes universitarios de clase media con una asignatura de verano. Se les rechazaría contundentemente, sin importar si su piel es blanca - como son las caras de la mayoría aqui presente - o morena o negra como algunas pocas excepciones que de alguna manera se infiltraron aquí.

Sus reportes sobre su trabajo en México que me envían tan amablemente sudan autocomplacencia. Sus reportes sobre el verano pasado comprueban que ni siquiera eran capaces de entender que su buenhacer en un poblado mexicano es aún menos relevante de lo que sería en un gueto estadounidense. No solamente hay un abismo entre lo que ustedes tienen y lo que los otros tienen, abismo aún más grande que aquel que existe entre ustedes y los pobres en su propio país. También hay una distancia incomparablemente mayor entre lo que sienten y lo que los mexicanos sienten. Esta diferencia es tan grande que en un poblado mexicano ustedes como americanos blancos (o culturalmente americanos blancos) se pueden imaginar en la misma situación que vivía un predicador blanco cuando ofrecía su vida cuando se dirigía a los esclavos negros en una plantación en Alabama. El hecho de que vivan en chozas y que coman tortillas durante unas cuantas semanas solo hace un poco más pictórico a su grupo bien intencionado. Las únicas personas con quienes pueden aspirar a establecer una comunicación son algunos miembros de la clase media. Y recuerden, por favor, que dije 'algunos' , referiéndome a una diminuta élite en América Latina.

Ustedes vienen de un país industrializado tempranamente que ha logrado integrar a la mayoría de sus ciudadanos a la clase media. En los Estados Unidos el haber terminado el segundo año de la universidad no es ninguna distinción social. De hecho, la mayoría de los americanos tienen ahora este tipo de escolaridad. En este país, cualquiera que no haya terminado la preparatoria es considerado como subprivilegiado. En América Latina, la situación es bastante diferente: el 75 % de la población abandona la escuela antes del sexto año. Consecuentemente, las personas con la preparatoria terminada forman una pequeña minoría. Luego, una minoría de esta minoría continua su educación y se inscribe en alguna universidad. Entre estas personas encontrarán a sus educativamente iguales. Al mismo tiempo, una clase media es la mayoría en los Estados Unidos. En México, es una élite diminuta. Hace siete años, su país comenzó y financió una así llamada 'Alianza para el Progreso'. Fue una 'Alianza' para el 'Progreso' de las élites de la clase media. Ahora bien, entre los miembros de esta clase media encontrarán a las pocas personas dispuestas a pasar su tiempo con ustedes. Y son, coincidentemente, aquellos 'niños buenos' a quienes también les gustaría calmar a sus consciencias agitadas, 'haciendo algo bonito para la promoción de los pobres indígenas'. Naturalmente, cuando ustedes y sus contrapartes mexicanas se encuentren, se les dirá que están haciendo algo valioso, que se están 'sacrificando' para ayudar a los otros. Y será el sacerdote extranjero el que confirmará especialmente la imagen que ustedes tienen de ustedes mismos. Después de todo, su subsistencia y el sentido de su propósito depende de su firme creencia en una misión de año completo del mismo tipo que la misión de verano de ustedes.

Existe el argumento de que algunos voluntarios que regresaron habían obtenido una visión del daño que han hecho a los otros y que, por ello, se convierten en personas más maduras. Sin embargo, se menciona menos frecuentemente que la mayoría de ellos están ridículamente orgullosos de sus 'sacrificios de verano'. Posiblemente también hay algo de cierto en el argumento de que los hombres jóvenes deberían ser promiscuos por una época, para darse cuenta de que el amor sexual es más bello en una relación monógama. O que la mejor manera de liberarse del LSD es intentarlo por un rato. O que la mejor manera de entender que su ayuda en el gueto no es necesaria ni solicitada es intentarla y fallar. No estoy de acuerdo con estos argumentos. El daño que los voluntarios causan involuntariamente, es un precio demasiado alto por reconocer que, en primer lugar, no deberían haber sido voluntarios. Si tienen el menor sentido de la responsabilidad, quédense en casa con sus revueltas. Esperen las siguientes elecciones: Sabrán lo que hacen, por qué lo hacen y cómo comunicar con aquellos con quienes hablan. Y sabrán cuando fallen. Si insisten en trabajar con los pobres, si esa es su vocación, entonces trabajen con los pobres que les puedan decir que se vayan al diablo. Es increíblemente injusto para ustedes imponerse en un poblado donde ustedes están tan sordos y mudos, lingüisticamente hablando, que ni siquiera entienden lo que están haciendo o qué piensan las personas de ustedes. Y es un daño profundo para ustedes cuando definen algo que quieren hacer como 'bien', 'un sacrificio' o 'ayuda'.

Estoy aquí para sugerirles que renuncien voluntariamente a ejercer el poder que tienen por ser americanos. Estoy aquí para recomendarles de renunciar consciente, libre y humildemente al derecho legal que tienen de imponer su benevolencia a México. Estoy aquí para desafiarlos a reconocer su incapacidad y su falta de poder para hacer el 'bien' que intentan hacer. Estoy aquí para recomendarles usar su dinero, su estatus y su educación para viajar en América Latina. Vengan a ver, vengan a escalar nuestras montañas, disfruten nuestras flores. Vengan a estudiar.

Pero no vengan a ayudar.
Al diablo con las buenas intenciones
Discurso ante CIASP 1968 (Conference on InterAmerican Student Projects) - See more at: http://www.ivanillich.org.mx/libros.htm#sthash.Fsa8qPN3.dpuf

Al diablo con las buenas intenciones
Discurso ante CIASP 1968 (Conference on InterAmerican Student Projects) - See more at: http://www.ivanillich.org.mx/libros.htm#sthash.Fsa8qPN3.dpuf
Discurso ante CIASP 1968 (Conference on InterAmerican Student Projects) - See more at: http://www.ivanillich.org.mx/libros.htm#sthash.VDLbtxXt.dpuf

martes, 19 de enero de 2016

Actividades en Xalapa (Estado de Veracruz, México)

Desde el 19 de diciembre de 2015 estoy de estancia en México, una estancia que comencé recién defendida la tesis doctoral y que me está ayudando a plantear "el día después"... Estoy aprendiendo cada día que paso aquí con la gente, en Ciudad de México, Ocotepec, Cuernavaca, Puebla, Oaxaca... y ahora en Xalapa, Estado de Veracruz.

Nos hemos encontrado con Juliana Merçon y el Grupo de Investigación Acción Socio-Ecológica GIASE, y a partir de ahí con otra gente muy interesante y con muchas ganas de hacer cosas, cosas que ayuden a transformar el mundo tal y como lo conocemos.

Giase

Además de detallar en este post las actividades señaladas en el cartel, vamos a mencionar otras que vamos a vivir en Xalapa:
  • Miércoles 20 de enero (17:00): Encuentro con la Red de Agricultura Urbana de Xalapa
  • Jueves 21 de enero (11:00): Encuentro en La Casa de Nadie con el Colectivo del mercadito
  • Domingo 24 de enero (9:00 a 12:00): Primer taller de la Red de Huertos Escolares y Comunitarios

Los talleres y conversatorios tienen cada uno una temática asociada y se puede venir a los que se quiera o se pueda:


TALLER AUTOGESTIÓN Y CULTURAS POPULARES
Sábado, 23 de enero de 2016, de 9.30 a 14:00 en La Casa de Nadie (1ª de Cuauhtémoc y Xalapeños Ilustres, Xalapa)
Para ir construyendo la autogestión colectiva (que pasa obligatoriamente por el desempoderamiento, la dejación de nuestros poderes, esos que tod@s tenemos en ciertas situaciones) es necesaria:
  • En primer lugar la resistencia a la colonización, al control de nuestra vida cotidiana por parte del Mercado, del Estado y otras instituciones sociales.
  • En segundo lugar, la ruptura creativa que dé lugar a nuevas propuestas que provoquen el juntarnos con otra gente (creando identificaciones colectivas).
  • En tercer lugar cauces de participación que se adapten tanto a la forma convocatoria (reuniones y asambleas) como a la forma encuentro (que se da en los espacios y tiempos cotidianos).

Son las culturas populares las que tienen capacidad de transformar: la diversidad y la horizontalidad, unidas a la capacidad de adaptación, de resistencia y del disfrute de la vida cotidiana son potenciales generadores de procesos comunitarios de transformación. Las culturas populares recuperan y revitalizan saberes colectivos que junto a los intercambios, trueques espontáneos, cultivos sociales, apoyos mutuos, vínculos afectivos, desaprendizajes y apertura a nuevos aprendizajes... constituyen una fuente inagotable de conocimiento.

Libros Autogestión y Autonomía y Autogestión, más un vídeo:
Vídeo Autogestión de la vida cotidiana:
Artículo Culturas populares:
Libro Las Culturas Populares:
Vídeo Culturas Populares:

CONVERSATORIO EN LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA: PARTICIPACIÓN Y DIÁLOGO DE SABERES EN LOS ESPACIOS Y TIEMPOS COTIDIANOS
Martes, 26 de enero de 2016, a las 18:00 en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (calle Diego Leño nº 8, Centro, Xalapa)

Si lo pensamos, de lo primero que nos damos cuenta es que hay lugares  en los que tenemos marcados unos horarios y un solo uso: una empresa, un colegio, cuando vamos de visita a una casa, los centros comerciales, etc. Estos lugares son territorios porque: se les marca el uso (por ejemplo cuando un padre dice "en mi casa mando yo", cuando un maestro nos expulsa de clase, cuando la policía nos echa de un lugar público) y tienen horario, no podemos usarlos cuando queramos (por ejemplo l@s niñ@s van a la escuela de 8 am a 2 pm). Este tipo de lugares empobrece las relaciones, que tienden a convertirse en consumo y/o espectáculo (donde hacemos lo que nos mandan y/o somos meros espectadores); mientras más lugares se vayan definiendo así (y muchos espacios públicos se están convirtiendo en esto), más pobres e interesadas (instrumentales) serán nuestras relaciones.

En cambio, hay lugares donde se hacen muchas cosas diferentes, ya sea porque varias personas lo usamos en forma diferente (por ejemplo: un parque), o porque el mismo grupo hace en ellos diversas cosas (por ejemplo, un tianguis): a estos los llamamos espacios , y si seguimos fijándonos vemos que las actividades no vienen marcadas por un horario fijo, sino que podemos entrar y salir a lo largo del día o de la noche, esto es lo que llamamos tiempos (relacionarnos en el tiempo a diferencia de ceñirnos a un horario). Lo importante aquí serían las formas de relacionarse de las personas; la gente intentamos convertir los horarios en tiempos y los territorios en espacios (por ejemplo, cuando en clase hablamos con nuestr@ compañer@ de otra cosa diferente a la materia que se imparte, cuando en el trabajo nos preocupamos por la salud de otr@ compañer@, cuando vamos a un centro comercial a charlar o a pasear en lugar de ir a comprar...). Querer que la gente sea protagonista de su vida cotidiana significa darnos cuenta de que queremos crecer como personas a través de las relaciones con l@s demás, encontrándonos unas personas con otras, y así todas las formas posibles de enredarse. Esta es la manera en que la gente damos respuesta ("satisfacción") a nuestras necesidades, pudiendo construir así un desarrollo a escala humana.

Los saberes se construyen como la almazuela: se entreteje lo viejo y lo nuevo y se le va dando diferentes funciones, no es diseño sino costura, así que si luego no te sirve lo puedes desunir y construir algo nuevo uniéndolo a otros retales para hacer algo que te hace falta en ese momento, compartiendo y construyendo colectivamente. Todo lo contrario de lo que hacen por ejemplo l@s grandes diseñador@s, como con la moda “homeless”, se roban los diseños, las ropas, las formas de llevarlas, y se le pone una autoría. El autor hace una apropiación cultural, traicionando al no poner en valor esos conocimientos que ha adquirido en relación con otras personas.

Vídeo Espacios y tiempos cotidianos:
Vídeo Congreso de Comunicación Popular en la UNLP:
Artículo Desempoderamiento lingüístico:


TALLER: PARTICIPANDO CON Y DESDE LA GENTE
Viernes 29 y sábado 30 de enero de 2016, Centro ECODIÁLOGO, Xalapa)

Este taller está diseñado en tres sesiones interrelacionadas pero independientes. Por lo tanto, se puede asistir a las que se crean convenientes o a las que se pueda.


1ª SESIÓN. Viernes 29, de 17:00 a 20:00: Formas en las que se han hecho los procesos de participación

Antes de empezar un proceso de participación, tenemos que saber que debemos fijarnos, sobre todo, en las “formas de relación", es decir, en las formas en que nos relacionamos con las personas en las diferentes situaciones... ¿por qué?
  • Podemos trabajar por y para quien nos paga o por y para nuestra asociación o partido (para quien nos envía).
  • Podemos trabajar por y para la gente. 
  • Podemos trabajar con y desde la gente. 
Vídeo Introducción a las formas de participación:
Vídeo La esperanza de lo imposible:

2ª SESIÓN. Sábado 30, de 10:00 a 14:00: El Ilusionismo Social

Para poner en el centro de interés a las personas tenemos que trabajar con y desde ellas, a estas formas de trabajo las hemos llamado ilusionismo social. Este surge de la mezcla de las teorías de participación y las culturas populares en los tiempos y espacios cotidianos, moviéndonos desde la seguridad de lo posible (los límites que nos ponen y nos ponemos en nuestra vida) hacia la esperanza de lo imposible (lo que deseamos y nos parece que no se puede alcanzar), mediante la autogestión de la vida cotidiana que nos acerca a esos imposibles; todo esto sin poder separar el pensar y el sentir, la acción y el conocimiento.

Artículo El Ilusionismo Social: Más allá de la última frontera metodológica:
Vídeo Ilusionismo Social:

3ª SESIÓN. Sábado 30, de 16:00 a 19:00: Desempoderamiento comunitario

El desempoderamiento no es más que hacer una dejación de poder (hacia l@s de abajo y en armonía con el entorno social y natural) que propicie una construcción colectiva. Esta dejación de poder puede ser en cualquier esfera de la vida (en las relaciones familiares, de amistad, de trabajo, de solidaridad....), puede ser individual (yo como padre/madre/hij@..., yo como amig@, yo como jef@, o como docente, o como medic@, o como funcionari@, yo como activista...), puede ser colectiva...
Los procesos de desempoderamiento son movimientos donde la horizontalidad crea nuevas centralidades que abren hacia el protagonismo de las mujeres de forma natural (sin necesidad de cuotas ni de discriminación positiva); por el propio hecho de que la vida cotidiana se convierte en el espacio central y esto provoca el pase de los hombres a un segundo plano mediante un proceso de desempoderamiento.

Son movimientos que no tienen intención de trascender más allá de la propia vida cotidiana. Pueden ser efímeros, para volver a reconfigurarse con otros grupos, pueden durar toda la vida; pero la duración no es un valor en sí mismo, el único valor es la vida y cómo el movimiento nos vale para un mejor vivir, no confundir en ningún caso con para un mayor consumo.

Vídeo Introducción a un debate sobre el poder:
Vídeo Una mijita más de desempoderamiento:
Capítulo El desempoderamiento: Viviendo la construcción de un nuevo mundo sin poder (libro Autonomía y Autogestión):