miércoles, 14 de febrero de 2018

¿A ti quién te cuida? Sobre San Valentín y la huelga de cuidados

La convocatoria de huelga feminista general el 8 de marzo, secundada desde los sindicatos únicamente por CNT y CGT (para los sindicatos "mayoritarios" la lucha feminista no merece más de 2 o 4 horas de paro... siguen sin entendernos y sin tenernos en cuenta), nos ha dejado un debate bastante complicado en relación al tema de los cuidados.

Los cuidados son uno de los ocho pilares para dinamizar y trabajar el desempoderamiento (junto con la libertad, la construcción colectiva, la confianza, la autonomía e interdependencia, la alegría, el decrecimiento y la esperanza), y cuando lo trabajamos en clase (en primero de magisterio) cuesta un montón pensar en los cuidados como algo horizontal. Normalmente surgen ejemplos de cuidados tipo: la madre a su hij@, o la enfermera hacia sus pacientes, o l@s niet@s hacia sus abuel@s, o la maestra hacia sus estudiantes... Todas estas formas de cuidados suponen la asunción de un rol y de una relación vertical que procede de ese rol, es decir, desde esta visión, los cuidados son unas tareas a realizar, sean remuneradas o no.

Una parte no precisamente minoritaria del Feminismo (con mayúsculas) ha dirigido su lucha a que las mujeres nos convirtamos en Mujeres (con mayúsculas), de manera que pasemos al bando dominador para así hacer más fuerte el sistema capitalista. Cuidar de la casa, de la familia, de las amigas o amigos, de las vecinas o vecinos, de la calle... son tareas vistas como un lastre que dificulta o impide el Progreso en nuestra carrera profesional o activista. No es raro que mujeres de movimientos feministas tengan a "una chica que les ayuda" para tener tiempo para acudir a asambleas, para romper con "el techo de cristal" (es decir, la ascensión social y económica dentro del sistema capitalista), o para liberarse de su rol de "mujer". En esta trampa se han generado nuevas opresiones.

Se ha generado, así, una línea de debate en torno a la "crisis de los cuidados", Yayo Herrero lo explica muy claramente en esta entrevista:


Al mismo tiempo, se está llamando la atención de la falta de cuidados en los movimientos activistas que luchan por transformar la sociedad. Una referencia vital en esta alerta es el artículo de Ruyman Rodríguez "Cruzar el Rubicón", que tanto nos gustó y que recogimos en nuestro libro "Autogestión, Autonomía e Interdependencia". ¿Cómo vamos a transformar la sociedad si abandonamos las formas de relación deseadas en pro de una causa futura? Por muy buenos, transformadores, revolucionarios que sean los contenidos por los que luchemos, de poco servirán si provocan la destrucción de esas formas de cuidarnos que quedan invisibles para el sistema capitalista y que está deseoso de destruir...

De este hilo salen propuestas como la de Carolina Junco, Amaia Pérez Orozco y Sira del Río, que en 2004 escribieron este artículo sobre cuidadanía (si no me equivoco, la referencia inicial procede de un azulejo de la gente de la Casa del Pumarejo de Sevilla). Su artículo se titula "Hacia un derecho universal de cuidadanía (sí, de CUIdadanía)", y dicen, entre otras cosas:

La cuidadanía como una forma de reivindicarnos sujetos en una sociedad que ponga la sostenibilidad de la vida en el centro, que se organice en torno a las necesidades de las personas. Poner el cuidado de la vida en el centro, el cuidado de las vidas, de todas, sin que sea posible excluir ninguna, sin que sea posible excluir a nadie. La cuidadanía sólo puede ser un concepto universal, aplicable a todas y todos, reconocer derechos a unas no puede hacerse en base a la negación de derechos de otros. Se trata de reconocer a la gente en su diversidad, reconocer la vida en su pluralidad y en la imposibilidad de encorsetarla, de reducirla a normas. Y, desde ahí, destronar a los mercados, transformar la organización social, instaurar las necesidades de las personas, los cuidados a las personas, como nuevo eje colectivo.  Hablar de cuidadanía es poner la vida en el centro de la organización socioeconómica, haciendo responsable a la sociedad en su conjunto de su mantenimiento y destronando a la hoy dominante lógica del beneficio.

Amor y cuidados

Cuando hablamos de cuidados desde el desempoderamiento, pensamos/sentimos/hacemos formas horizontales de cuidados, no cuidados como rol o como tarea que hay que realizar. En algunas conversaciones que tenemos aquí y allá, nos llama la atención que personas con enfoques políticos transformadores en su relación de pareja hayan llegado a algo así como "contratos de relación" o "contratos de convivencia" para que las labores de la casa no recaigan en una de las dos personas (que generalmente suele ser la mujer en relaciones heterosexuales, porque "se le presupone"). Entiendo todo eso del Patriarcado que nos devora, pero en gente que se supone que lo tiene claro, que quiere romper con eso... me hace sentir tristeza.

Me gusta hacer cosas con la gente que quiero, no por el hecho de hacer una u otra cosa, sino porque me gusta compartir mi vida con la gente que quiero. Yo no quiero turnos o reparto de tareas del hogar, yo quiero disfrutar de hacer esas tareas con la gente que quiero. Sin cuidados, no hay amor. Puede haber dependencia, o costumbre, o posesión... pero no amor. El amor es libertad e interdependencia, confianza y cuidados, poner la VIDA en el centro. Si quieres a una persona no quieres que esté hecha polvo porque después de su empleo -probablemente igual de precario que el tuyo- además tenga como obligación, como algo externo a esa relación, el cocinar, barrer, fregar... Eso no es amor. No estás sintiendo a esa persona, no compartes la vida con esa persona.

Por eso, tanto hoy Día de San Valentín, como el 8 de Marzo, HUELGA FEMINISTA GENERAL, seguiré poniendo los cuidados en el centro de mi vida. Porque para mí no son tareas, sino que es la vida con la gente que quiero y con quien comparto esa vida, en el hacer, en el sentir y en el pensar. Con esto no trivializo la lucha feminista, puedo estar de acuerdo con una "huelga de cuidados verticales y opresores", pero nunca con los cuidados horizontales, que generan grietas en el capitalismo por ser formas de ayuda mutua, de autogestión de la vida cotidiana... Cuidémonos, cuida y déjate cuidar...


Cuida de mis labios cuida
Cuida de mi risa
Llévame en tus brazos, llévame sin prisa
No maltrates nunca mi fragilidad
Pisaré la tierra que tú pisas

Cuida de mis manos, cuida de mis dedos
Dame la caricia que descansa en ellos
No maltrates nunca mi fragilidad
Yo seré la imagen de tu espejo

Cuida de mis sueños, cuida de mi vida
Cuida a quien te quiere
Cuida a quien te cuida
No maltrates nunca mi fragilidad
Yo seré al abrazo que te alivia

Cuida de mis ojos, cuida de mi cara
Abre los caminos, dame las palabras
No maltrates nunca mi fragilidad
Soy la fortaleza de mañana… 


Algunos textos sobre CUIDADOS:

No hay comentarios:

Publicar un comentario